Escrito por: Francisco Xavier Bastidas.
Correctora de estilo: Margarita Maria Lopez Diaz.
Ilustración: Diego Armando Mesias.
La educación, espacio social, es el lugar privilegiado en donde se fomenta las competencias comunicativas en los estudiantes, y se realiza un reconociendo de las dificultades del entorno que afectan e impiden una verdadera y efectiva comunicación entre los individuos.
Lo principal en la educación es reconocer la importancia de las competencias comunicativas, en el ámbito escolar, para una buena comunicación entre los estudiantes. Fortaleciendo las habilidades comunicativas desde las diferentes actividades pedagógicas como la exposición, el debate, los simposios, el panel, entre otros, se busca estimular en los estudiantes un sentido crítico a la realidad actual de la comunicación entre los individuos y el aporte de la educación a esta práctica comunicativa en la escuela.
El sentido de la comunicación en la práctica educativa tiene como fundamento central la pedagogía y la didáctica; debido a que estos métodos educativos permiten a la persona buscar la manera de comunicar sus ideas, pensamientos y decisiones. A través del desarrollo de las habilidades comunicativas, el estudiante podrá sobresalir y ejercer un liderazgo en la academia, el trabajo o la sociedad. Esto es posible con actividades que generen la necesidad de expresarse, de argumentar, de interpretar y de proponer. Tales actividades pedagógicas pueden ser los debates, las exposiciones, los simposios, el panel, y la escritura de textos científicos, entre otros. De allí la importancia de reconocer el espacio de la escuela como una mediadora entre la comunicación y el hombre.
Teniendo en cuenta que se evidencian fallas en la comunicación en nuestra sociedad que llevan al individuo a convertir sus diálogos en monólogos, es decir, cada uno se queda en su propio texto y no se llega al acuerdo con el otro. Otra falla importante y que se relaciona con la anterior, es que los medios masivos de comunicación aíslan al hombre de la verdadera importancia de comunicar y expresar sus pensamientos. Nos resguardamos en la tecnología para no sentir la necesidad del otro.
El papel del docente, en estas necesidades, es escuchar los interrogantes de sus estudiantes. Ya que en muchas ocasiones los canales de la comunicación se rompen cuando el estudiante pregunta y el maestro no le responde adecuadamente. Hay dificultades visibles para replantear ideas y preguntas que permitan alcanzar la comprensión. Si un estudiante, en su paso por la escuela, no desarrolla habilidades comunicativas, simplemente se llena de información sin llegar al conocimiento.
Por eso es importante que el docente en la escuela, sea un formador de ideas en sus estudiantes y no en el dispensador mecánico de ideas e información que no forman para la calidad de la educación y de la comunicación.
La comunicación en la educación corresponde a los problemas que diariamente todo maestro tiene al realizar el acto educativo; por ello existen sinsentidos que albergan errores existentes en toda la educación de los individuos. Por eso para indagar más a fondo y sustentar la afirmación anterior es preciso hacer una breve reseña de lo que Daniel Prieto, en el texto Notas introductorias al análisis del proceso de comunicación, denominó como “Las precarias legitimaciones”.
La primera de esas legitimaciones se denomina “idealismo”. Consiste en la imposibilidad de mejorar la comunicación debido a que no hay manera de generar una relación comunicativa efectiva entre el estudiante y el profesor. En el idealismo no se genera un flujo constante de opiniones que permitan mejorar la comunicación en la educación.
La segunda legitimación se conoce como “El ideologismo”. Esta forma de legitimación afecta la relación educativa cuando el educador decide convertirse en un predicador que impone su visión moral del mundo a sus estudiantes. En este caso el profesor decide y dirige al estudiante de tal manera que éste termine en un punto donde el educador considere según su criterio.
La tercera legitimación es el tecnicismo. Se caracteriza por llevar asuntos sin ningún tipo de reflexión o análisis. Por eso esta legitimación realiza técnicas llamadas “Taller” donde cada alumno, trabaja en un grupo aportando conocimientos y explotando la interacción con sus demás compañeros. No obstante, en ningún momento hay una posibilidad de interlocución que conduzca a una posibilidad de dialogo educativo.
La cuarta legitimación es el cientifismo. Lo concebimos como la única manera de entender fenómenos cercanos a la condición humana. Se aplica como criterio de lo que se concibe como “enseñable”. A partir de esta legitimación podemos generar individuos más o menos informados, pero no transformados moralmente.
La comunicación en la educación corresponde a los problemas que diariamente todo maestro tiene al realizar el acto educativo; por ello existen sinsentidos que albergan errores existentes en toda la educación de los individuos. Por eso para indagar más a fondo y sustentar la afirmación anterior es preciso hacer una breve reseña de lo que Daniel Prieto, en el texto Notas introductorias al análisis del proceso de comunicación, denominó como “Las precarias legitimaciones”.
La primera de esas legitimaciones se denomina “idealismo”. Consiste en la imposibilidad de mejorar la comunicación debido a que no hay manera de generar una relación comunicativa efectiva entre el estudiante y el profesor. En el idealismo no se genera un flujo constante de opiniones que permitan mejorar la comunicación en la educación.
La segunda legitimación se conoce como “El ideologismo”. Esta forma de legitimación afecta la relación educativa cuando el educador decide convertirse en un predicador que impone su visión moral del mundo a sus estudiantes. En este caso el profesor decide y dirige al estudiante de tal manera que éste termine en un punto donde el educador considere según su criterio.
La tercera legitimación es el tecnicismo. Se caracteriza por llevar asuntos sin ningún tipo de reflexión o análisis. Por eso esta legitimación realiza técnicas llamadas “Taller” donde cada alumno, trabaja en un grupo aportando conocimientos y explotando la interacción con sus demás compañeros. No obstante, en ningún momento hay una posibilidad de interlocución que conduzca a una posibilidad de dialogo educativo.
La cuarta legitimación es el cientifismo. Lo concebimos como la única manera de entender fenómenos cercanos a la condición humana. Se aplica como criterio de lo que se concibe como “enseñable”. A partir de esta legitimación podemos generar individuos más o menos informados, pero no transformados moralmente.
Por otra parte, la primera forma de sinsentido es “el abandono”. Que consiste o se desarrolla cuando el estudiante es testigo vivencial del abandono por parte del educador, cuando no hay estrategias de acompañamiento en el proceso de educación-formación. El educador no debe entregar el conocimiento por completo dando paso así al llamado paternalismo (sistema de relaciones sociales y laborales, sostenido por un conjunto de valores, doctrinas, políticas y normas fundadas en una valoración positiva del patriarcado). Por el contrario se debe procurar y brindar herramientas que permitan al estudiante ser acompañado en un proceso de una manera crítica y formativa.
La segunda forma es “la violencia”. Esta circunstancia diariamente se la ve reflejada en varios elementos que no son aplicados. Como eje primordial se encuentra la palabra en la construcción de relaciones entre las personas, en este caso al educador y el alumno. Un claro ejemplo es cuando el educador no se abandona a sí mismo, cuando siente una necesidad por comunicar, enseñar incentivar y acompañar todo acto educativo a sus estudiantes. En ese momento genera una satisfactoria y nutritiva comunicación retirando violentar a sus estudiantes. Queriendo el educador mostrar poder sobre sus alumnos y disminuyendo su capacidad de razonar y aportar al crecimiento intelectual desde un diálogo constructivista. Esto genera una violencia, al derecho de libertad de expresión y de pensamiento. Sabiendo que la escuela debe convertirse en la primera en incentivar la no violencia a las ideas y conocimientos.
La tercera forma de sinsentido es “La mirada clasificadora y desclasificadota”. La actitud es muy importante en el momento de educar y trasmitir algún conocimiento, por lo tanto es importante que todo educador a través de su actitud trasmita serenidad, con el fin de que así el estudiante reciba esa expresión de motivación durante un proceso de información de la mejor manera. La mira excluyente bloquea al alumno a la hora de captar un aprendizaje, por eso es importante que las actitudes de todo educador deban tener en cuenta en el momento de la interacción con sus estudiantes.
Los anteriores postulados contienen elementos de la comunicación que se emprenden día tras día en todo acto educativo. Una de las preguntas que se hacen los colegios es cómo trata de evitar el abandono es: ¿cómo se puede llegar a abandonar un estudiante? El estudiante es abandonado en el momento en que ronda una inquietud y sencillamente el docente lo abandona y no responde a sus dudas. “El abandono es un problema de la condición humana que nos toca a todos los seres. No hay uno de nosotros que no haya tenido una experiencia semejante” (Jorge Daza. Coordinador Académico de Primaria, Colegio El Pinar)
La violencia actualmente la podemos encontrar no únicamente en la educación si no en todo los contextos. El colegio se encarga de realizar un proceso de seguimiento para encontrar un punto inicial del problema y se han dado cuenta que esos alumnos los cuales exponen violencia a sus compañeros, son estudiantes que no han tenido un proceso en la institución. En la indagación observan que varios de estos niños tienen espacios familiares bastante complicados como la violencia intrafamiliar, los abusos físicos, sexuales y psicológicos. Como también la ausencia de padres y adultos significativos que no han entablado dialogo con sus hijos para fomentar la comunicación asertiva entre ellos. Por ello, se la violencia en el contexto escolar que quiebra toda oportunidad de diálogo o de solución a los conflictos.
Cuando se refiere a que la violencia la encontramos en todos los contextos y comenta que basta sentarse a ver la televisión y poder encontrar violencia, por eso en este tiempo la violencia se vive y aumenta cada día más.
Los caminos del sinsentido nos hablan sobre la mirada calificadora y el docente apoya este idealismo ya que con la mirada un educador se la tiene que jugar diariamente afirmando que hay estudiantes que tiene que ligar mucho con su parte emocional, una mirada hiriente puede transformar al estudiante, igualmente una mirada amable puede traer mucho cambios positivos en su rendimiento y comportamiento del aprendiz.
En conclusión, todas estas precarias legitimaciones y caminos sin sentidos constituyen un ancho espacio cuando se entremezclan los ismos o falencias llegando a estallar una relación educativa. Por esto la comunicación y los hábitos comunicativos son puntos de partida para que la educación se fortalezca y no haya espacio para fracturas y debilidades en las misma. Por eso para tener una Buena educación hay que tener una buena comunicación y así no habrá un espacio para fracturas y debilidades en la misma. No es posible entonces el mejoramiento de la educación sin una solida comunicación viceversa.
Finalmente es importante saber que para todo acto educativo y que lo que se lleve a cabo sea positivo hay que tener una buena comunicación en los hechos que conciernen a la libertad, la confianza y la calidad humana frente a todo lo que se plantee, Teniendo en cuenta un momento, una actitud y la parte sentimental para así lograr una educación positiva y con éxito.
El acto de la comunicación siempre existirá en una sociedad, ya que a través de ella nos permite que utilicemos el lenguaje como un medio cotidiano de establecer contacto con la humanidad. Es decir una relación entre humanos y que puede ser reciproca y mutua, o sea que los papeles se pueden intercambiar y al mismo tiempo pueden ser emisor y receptor, y así intercambiar opiniones.
Por lo tanto, la comunicación educativa permite una interrelación entre los docentes, los estudiantes y la comunidad, estableciendo un ambiente favorable de acuerdo a sus costumbres, que permitan el desarrollo de la personalidad de los individuos que participan. Y mejoren los ambientes de estudio y trabajo para todos sus miembros. Reconociendo la necesidad de cada unos de los protagonistas para el mejoramiento continúo de la comunicación en el espacio de la escuela.
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